sábado, 29 de mayo de 2010



--------------------------------EL ZAPATERO----------------------------------

Cuentan que un humilde zapatero tenía la costumbre de hacer siempre sus oraciones en la mañana, al mediodía y en la tarde. Se servía de un libro de plegarias porque no se sentía capaz de dirigirse al Creador con sus pobres palabras.
Un día, se sintió muy mal porque, estando de viaje, olvidó su libro.
Nuestro buen zapatero le dijo entonces a Dios: "Perdóname, Dios mío, porque necesito orar y no sé cómo. Ahora bien, ya que Tú eres un Padre de amor voy a recitar varias veces el alfabeto desde la A hasta la Z, y Tú que eres sabio y bueno podrás juntar las letras y sabrás qué es lo que yo te quiero decir".
La historia dice que ese día Dios reunió a sus ángeles en el cielo y les dijo conmovido que esa era la más sincera y la más bella de las oraciones que le habían hecho en mucho tiempo.
Una oración con las cualidades de la plegaria que hace milagros, cierra heridas, ilumina, fortalece y acerca los corazones, es decir, una plegaria humilde, confiada, sincera y amorosa.
¡Cuánta necesidad tenemos de estas oraciones! Todos debemos aprender a orar con el corazón, a alabar, a bendecir, a perdonar, a agradecer. Y, claro, a tener bien presente que la oración se ve en la acción, en los buenos frutos y en un compromiso por la justicia y por la paz.
En efecto, actuar sin orar es desgastarse y orar sin actuar es
Engañarse.
Para aprender a orar no hace falta aprenderse o inventar complicadas fórmulas. Si comenzamos por meditar el Padre Nuestro y hacer un pequeño propósito, no sólo estaremos haciendo oración, sino que cada día daremos un paso más para vivir como verdaderos hijos de Dios:
- Di Padre. Si cada día te portas como hijo y tratas a los demás como hermanos.
- Di Nuestro. Si no te aíslas con tu egoísmo.
- Di que estás en los cielos. Cuando seas espiritual y no pienses sólo en lo material.
- Di santificado sea tu nombre. Si amas a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todas tus fuerzas.
- Di venga a nosotros tu reino. Si de verdad Dios es tu rey y trabajas para que Él reine en todas partes.
- Di hágase tu voluntad. Si la aceptas y no quieres que sólo se haga la tuya.
- Di danos hoy nuestro pan. Si sabes compartir con los pobres y con los que sufren.
- Di perdona nuestras ofensas. Si quieres cambiar y perdonar de corazón.
- Di no nos dejes caer en tentación. Si de verdad estás decidido a alejarte del mal.
- Di líbranos del mal. Si tu compromiso es por el bien.

Miguel Mufrege

viernes, 28 de mayo de 2010



----------------------JESÚS TOCANDO EN LA PUERTA-----------------------

Un hombre había pintado un lindo cuadro.
El día de la presentación al público, asistieron las autoridades locales, fotógrafos, periodistas, y mucha gente pues se trataba de un famoso pintor, reconocido artista.
Llegado el momento, se quito el paño que tapaba el cuadro.
Hubo un caluroso aplauso. Era una impresionante figura de Jesús tocando suavemente la puerta de una casa. Jesús parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, parecía querer oír si adentro de la casa alguien le respondía.
Todos admiraban aquella preciosa obra de arte. Un observador muy curioso, encontró un fallo en el cuadro. La puerta no tenia cerradura.
Y fue a preguntar al artista:“¡La puerta no tenia cerradura ¡ ¿Cómo se hace para abrirla ? ”
El pintor tomó su Biblia, buscó un versículo y le pidió al observador que lo leyera: Apocalipsis 3,20; “ He aquí, yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriera la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo.”
“Así es “, respondió el pintor. “ Esta es la puerta del corazón del hombre.” “ Solo se abre por dentro.”
Abramos nuestro corazón al amor a DIOS. Cambiemos, aún estamos a tiempo.
Miguel Mufrege

miércoles, 12 de mayo de 2010

Cómo rezar el rosario

Las personas que rezan el rosario deben tener un corazón humilde y arrepentido pleno de fe, de modo que reconozcan que han sido creadas a imagen y semejanza de Dios, redimidas por Cristo y santificadas por el Espíritu Santo.
“Todo es posible para el que cree” (Marcos 9:23)

1. Hacer la señal de la cruz y rezar el Credo de los Apóstoles.
2. Rezar el padrenuestro.
3. Rezar tres avemarías.
4. Rezar el Gloria.
5. Anunciar el primer misterio, luego rezar un padrenuestro.
6. Rezar diez avemarías, mientras se medita el misterio.
7. Rezar el Gloria.
8. Anunciar el segundo misterio; luego rezar un padrenuestro.

Repetir los pasos 6 y 7 y continuar con el tercero, cuarto y quinto misterios de la misma manera.

Credo de los Apóstoles

Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de la Virgen María. Padeció bajo el poder de Poncio Pilato. Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos, y está sentado a la derecha de Dios Padre. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos, y la vida eterna. Amén.

Padrenuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

Ave María

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

domingo, 9 de mayo de 2010